REAL DE MONTEAGUDO
En la Huerta de Murcia, a unos 5 Km al NE de la ciudad, entre las poblaciones de Cabezo de Torres y Monteagudo, se levanta un extraordinario conjunto medieval de fortificaciones islámicas de carácter palacial.
Identificado como Real de Monteagudo, integra los restos arqueológicos del CASTILLEJO, LARACHE Y CABEZO DE ABAJO.
EL CASTILLEJO DE MONTEAGUDO
La fortificación esta emplazada sobre un pequeño cabezo.
De planta rectangular, la construcción tiene unas dimensiones exteriores de 55x60m, siendo dos los recintos de que se compone:
Un edificio principal o palacio y un anexo a modo de baluarte, adosado por su lado SW.
| Recinto Principal: Corresponde a la zona residencial del palacio. Esta formado por un gran patio central en torno al que se distribuyen las diferentes salas y habitaciones. Cuatro pequeños patios situados en las esquinas organizan, a su vez, cuatro núcleos de dependencias independientes entre sí. |  |
Recinto Exterior: Baluarte defensivo anexo al palacio por el lado SW, ocupando una superficie de 15x 60m.
El muro con torres que lo delimita presenta características semejantes al que defiende el recinto principal.
EL CASTILLO DE LARACHE
El palacio, en plena zona agrícola de la huerta esta emplazado sobre un cerro de forma redondeada. Al pie de la ladera meridional existe un caserío y las ruinas bien conservadas de una almazara del . XVIII.
| Recinto Interior: Se encuentra delimitado en todo su perímetro por una muralla de tapial. Destaca la ausencia total de torres. En la actualidad el interior de la fortificación es un gran espacio abierto, no apreciándose nada que permita adivinar la distribución interior original. |
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Recinto Exterior: Rodeando el recinto interior se sitúa un segundo cuerpo defensivo integrado por un antemuro de tapial de argamasa de 2 m de espesor y un espacio intermedio, especie de foso o barbacana situado entre ambas lineas de muralla de 2,10m de anchura.
CABEZO DE ABAJO
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La fortificación esta situada en la pedania de Cabezo de Torres, en el casco urbano, sobre un cerro conocido como cabezo de abajo.
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Los escasos restos que todavía subsisten en superficie pertenecen a lo que debió ser el zócalo base de la cimentación de la obra, fabricado en tapial de argamasa. En las esquinas se sitúan cuatro torres también de planta cuadrada y 3 m de lado.
