MONASTERIO DE LOS JERÓNIMOS
Conjunto monumental situado en la pedanía de Guadalupe, entre dicha localidad murciana y la de La Ñora. Fue construido según las trazas del fraile arquitecto fray Antonio de San José en la primera mitad del siglo XVIII. Llamado popularmente El Escorial Murciano, fue sede de la Orden de Los Jerónimos hasta el año 1.836, en el que le afectado por la desamortización de Mendizabal, pasó a manos de las autoridades civiles que lo destinaron a diversos usos: cuartel, hospital, manicomio..., Actualmente acoge las dependencias de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).
ORÍGENES
La orden de San Jerónimo, fundada en 1373, se asentó en Murcia en torno al año1444. En 1574 Don Alonso de Vozmediano y Arróniz legó sus bienes a la Orden Jerónima para levantar un monasterio e iglesia. Fue construido en 1579 próximo a los molinos viejos de la pólvora, tomando el nombre de San Pedro de la Ñora.
A raíz de la riada de 1648 se decidió su traslado a sitio más idóneo para salvaguardarlo de las crecidas del río Segura, eligiéndose para ello un altozano existente en la pedanía de Guadalupe, con amplia panorámica sobre la huerta murciana. El monasterio actual comenzó a edificarse en los primeros años del siglo XVIII. El nuevo conjunto de convento e iglesia fue construido por el monje jerónimo, fray Antonio de San José, siendo inaugurado en 1738. A partir de entonces los frailes recibieron multitud de legados y donaciones que enriquecieron económica y artísticamente el convento.
Los monjes Jerónimos del monasterio colonizaron gran parte de la Huerta de Murcia, especialmente La Ñora, Guadalupe y la Urdienca.
EL MONASTERIO EN EL SIGLO XIX
A principios del siglo XIX habitaban el monasterio veintiséis religiosos. Importantes fueron los servicios prestados durante la guerra de la Independencia, la fiebre amarilla de 1811-1813, el hambre y otras calamidades, fuente de abundantes subsidios y asilo de autoridades.
En el período revolucionario de comienzos de 1820, fue extinguido el Monasterio, pasando a propiedad del Estado. Dado de nuevo a los religiosos en 1823, su posesión duró solo un decenio, llegando la orden de expulsión definitiva en 1835. Desposeídos de sus bienes la Orden dispersó a sus moradores sufriendo numerosos saqueos y abandonos. El edificio sirvió entonces de morada de enfermos del Manicomio de Murcia, durante el cólera de 1855, también para los asilados de la Misericordia y hospital de sangre en el período cantonal de Cartagena. En 1878 el obispo Alguacil lo cedió a los jesuitas.
SIGLO XX
Desde principios del siglo hasta los años cincuenta, el monasterio fue ocupado durante la Guerra Civil (1936-39) y posteriormente el ejercito del Aire dispuso de él como cuartel de instrucción. Tras la guerra, volvió a ser ocupado por los jesuítas, quienes lo abandonaron después de 1970.
Declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1981 ha sido restaurado exteriormente. Desde 1996 el obispado de Cartagena lo cedió a la Fundación Universitaria San Antonio para la ubicación de la Universidad Católica (UCAM)... aunque eso sería otra historia...
ARQUITECTURA
La construcción del complejo monástico se concibe para disponerse en torno a dos claustros, uno de los cuales nunca llego a ejecutarse. Construcción de imponentes dimensiones que siempre se ha contemplado desde la distancia como una singularidad en mitad de la feraz huerta murciana, aunque va perdiendo protagonismo como edificio de referencia, rodeado de urbanizaciones en su entorno.
Sus fachadas presentan la mayor parte de los recubrimientos desaparecidos, especialmente en la zona de entrada a lo que fue clausura y a la iglesia, viéndose actualmente el ladrillo al visto, aunque aún conserva restos de los artísticos estucos de su recubrimiento en las fachadas este y sur, con decoraciones barrocas en tonos blanco y almagra.
El monasterio cuenta con tres plantas, la planta baja, rodea al espectacular claustro barroco, muy decorado con elementos similares en su inspiración a las yeserías del interior de la iglesia. Tiene techos abovedados y arcos, actualmente con ventanas acristaladas. Se comunica con la siguiente planta mediante tres escaleras, destaca la del ala suroeste del claustro según la tipología de escalera imperial. En esta planta estaría situado el Refectorio y la Sala Capitular.
La planta primera estaba destinada a las celdas, también está abovedada y presenta balcones hacia el claustro. La planta segunda, de menor altura, estaba destinada a dormitorio de los novicios.
La Iglesia está situada en el lado noroeste del claustro. Consta de planta basilical de tres naves con cuatro tramos precedida de un nártex. El crucero está cubierto por una cúpula octogonal sobre tambor, con ventanas entre pilastras y rematada por una linterna rodeada de pilastras de sección semicircular.
La decoración de los muros y bóvedas alterna las yeserías figurativas y de rocallas con la pintura mural, todas de carácter barroco, fechada en su mayor parte entre 1720 y 1740, obra atribuida a José Balaguer, quien anteriormente había realizado la labra de la fachada y las yeserías interiores de La Merced de Murcia.