PARAJE DE LA BOQUERA
En el Paraje de la Boquera, también llamado de la Escudera, antiguo camino del Palomar, nace la acequia Puxmarina que riega las tierras de cultivo de la huerta del margen derecho del Segura antes de su paso por Murcia. Fue abierta entre los siglos IX y X por los andalusies que la llamaron Alfox. Esta acequia toma sus aguas de la Acequia Mayor Alquibla, o Barreras, en el carril de la Escudera.De la acequia Puxmarina quedan algunas zonas de su cauce al descubierto y la toma de la Acequia Mayor denominada Boquera de donde viene su nombre.
ERMITA DE SAN ANTÓN.
Junto al nacimiento de la acequia se encuentra la Ermita de San Antón, construida a finales del S. XVIII. La Ermita albergaba objetos de elevado valor histórico, como un misal en latín del siglo XVI y varios libros litúrgicos del siglo XVIII, además de una imagen de San Antón atribuida a la primera época de Salzillo.
Actualmente la ermita de propiedad privada, esta totalmente abandonada y desmantelado su interior. Hasta fechas recientes se realizaba culto en ella así como la romería.
PARAJES Y PAISAJE DE LA HUERTA.
La red de riego constituye la verdadera trama que aporta singularidad al paisaje de la huerta de Murcia. Acequias, azarbes, bosque de ribera, flora y fauna asociada, así como diversidad de cultivos, definen el paisaje de los parajes que aún se conservan. En ella encontramos rincones inimitables con reminiscencias tradicionales, donde edificaciones, infraestructuras y otros elementos quedan en un segundo plano, pero cada vez con mayor frecuencia vemos como estos paisajes desaparecen debido a los continuos entubamientos de la red, transformando un paisaje cultural milenario, en una instalación industrial bajo nuevas calzadas y caminos.
En las últimas décadas además la transformación y deterioro del paisaje de la huerta, se ha debido al desarrollo de una creciente urbanización y al abandono de la agricultura tradicional, dando paso a una mutación a un paisaje con abundante presencia de viviendas unifamiliares. La función productiva de la huerta, exclusiva de antaño, ha sido sustituida por usos residenciales e industriales.
La red de caminos de huerta presenta una gran densidad de vías, un trazado sinuoso y una escasa jerarquía, ya que comunica de forma desordenada el innumerable número de parcelas en que queda dividida la Huerta. Es a lo largo de ella donde se ha desarrollado la mayor parte de urbanización de parcelas y su gran densidad ha provocado que la imagen final sea de una suburbanización casi continua, generándose así pantallas visuales en los caminos hacia los cada vez más escasos espacios de huerta residuales.
Es imprescindible desarrollar herramientas de protección de la huerta capaces de protegerla como sistema periurbano tanto por su capacidad de producción agroecológica capaz de gestionar eficazmente la soberanía alimentaria de la ciudad de Murcia, como por sus valores medioambientales que transformaron el inhabitable valle del Segura en un oasis de riqueza, creando una identidad propia con un patrimonio cultural y natural único en el Mediterráneo.