PUENTE NUEVO
El Puente Nuevo o Puente de Hierro es un puente metálico de vigas parabólicas sobre el río Segura.
Al ser el segundo puente urbano construido en la ciudad, fue llamado Puente Nuevo para diferenciarlo del Puente Viejo.
Proyectado en 1894 por el ingeniero José María Ortíz fue construido por la empresa Materiales para Ferrocarriles y Construcciones de Barcelona , finalizando las obras en 1903.
HISTORIA
La idea de levantar un nuevo paso sobre el Segura en esta zona de la ciudad la tuvo el obispo Diego de Rojas, quien colocó la primera piedra el 25 de agosto de 1758. La falta de fondos o la voluntad de emplearlos fue retrasando el proyecto.
En 1785 el Conde de Floridablanca, anuncia en el Ayuntamiento la providencia real de realizar “obras en el Puente nuevo, Pared del río y Molinos” de la ciudad. El proyecto fue presentado personalmente por su autor, D. Manuel Serrano, “Arquitecto Director de Caminos”.
De los cuatro planos que componen el cuaderno, el primero muestra la situación en que se encuentra el ámbito donde deben realizarse las mejoras y el segundo cómo ha de quedar una vez hechas éstas.
Del conjunto de este plan poco habría de realizarse. El obligado retiro de Moñino siete años más tarde lo detuvo cuando apenas se había construido el sector de muro entre el puente de la primera mitad del siglo XVIII y las proximidades de la entonces denominada Plaza de las Barcas, donde se trataba de construir el nuevo, protegiendo, así, el importante sector urbano que de forma continua se extendía a lo largo del flanco izquierdo fluvial.
Actuaciones previstas y urgentemente demandadas por la propia dinámica urbana, como la construcción del Puente Nuevo, se demorarían hasta 1902
El trasiego de carretas, galeras y berlinas hizo indispensable acometer la obra. Además, urgía enlazar la carretera de Alicante con la de Granada. Las obras comenzaron, bajo la dirección de José María Ortíz, el 27 de abril de 1889 y fue abierto al público el 23 de enero de 1902. Los trabajos corrieron a cargo de la Sociedad Material para Ferrocarriles y Construcciones de Barcelona.
El lugar elegido para el Puente fue la antigua plaza de las barcas, en la gran explanada se venía celebrando entonces el mercado de ganado. A partir de 1908, inaugurado el puente, la zona sería remodelada en el nuevo parque de Ruiz Hidalgo.
Ya inaugurado, el Ayuntamiento de Murcia decidió en Pleno nombrar a la nueva pasarela como Puente de Alfonso XIII, aunque la ciudadanía ya se había adelantado y lo llamaban Puente Nuevo. Nunca cuajaría la denominación municipal.
Inicialmente, el puente se caracterizaba por un tramo metálico de vigas parabólicas de 46,80 metros con andenes exteriores, apoyado sobre pilas tubulares y por ocho tramos de acceso también metálicos de 11,25 metros de luz apoyados sobre palizadas metálicas.
En los años sesenta una reforma urbanística de este sector dio lugar a la actual Ronda de Garay, la prolongación de los muros de encauzamiento del río, la clausura del parque y el soterramiento de los tramos laterales del puente, quedando únicamente a la vista el tramo con las vigas parabólicas.
Se mantuvo abierto hasta el año 2001, fue entonces cerrado al tráfico por motivos estructurales. El Ayuntamiento de Murcia decidió su restauración intentando conservar al máximo la estructura original, lo que supuso su transformación en puente exclusivamente peatonal. El proyecto de restauración fue realizado por Javier Manterola, Javier Fernández Revenga y Javier Muñoz-Rojas Fernández.