SANTA EULALIA Y PLAZA SAN JUAN
El barrio de Santa Eulalia de gran tradición y calles de trazado angosto ha pasado con el tiempo de ser un arrabal medieval a convertirse en parte sustancial del casco antiguo de la ciudad, siendo la Plaza de Santa Eulalia su principal eje.
El barrio de San Juan, en su origen huerto dependiente del Alcázar de Murcia, entregado en 1248 a los caballeros de la orden de San Juan, es hoy un barrio bohemio y castizo, siendo su núcleo principal la Plaza de San Juan.
BARRIO DE SANTA EULALIA
La ciudad de Murcia fue sometida en 1266 por el ejercito aragonés, la urbe se rindió a los cristianos bajo capitulación. En ésta se rompió el acuerdo de respeto de bienes y costumbres de los musulmanes murcianos, que pasarían a residir al arrabal de la Arrixaca.
Alfonso X el Sabio dispuso para la recién conquistada Murcia:
que ningún judío... more entre christianos, mas que ayan su judería apartada a la puerta de Orihuela, en aquel lugar que los partidores les dieron por nuestro mandado. (Torres Fontes, Los judíos murcianos en el siglo XIII.) El barrio de Santa Eulalia, conformó la antigua judería, el arrabal medieval donde los judíos fueron segregados. Durante toda la Edad Media los contornos de la plaza Sardoy, antes conocida como plaza de la Sinagoga, acogieron el barrio judío. La protección y seguridad dispensadas por Alfonso X el Sabio a los judíos murcianos permitió que la Judería adquiriera cierta prosperidad. Esta protección se mantuvo con los demás reyes castellanos del siglo XIII, la judería sufrió menos persecuciones y perjuicios que las de otros lugares, lo que permitió a sus habitantes una vida pacífica y beneficiosa, que se mantendría sin muchas variaciones hasta su expulsión.
La extensión superficial de la judería pudo superar las cinco hectáreas en el transcurso del siglo XV. No dejaron de convivir cristianos y judíos, ya que éstos poseían comercios en los lugares céntricos y mercantiles de la ciudad, especialmente sus tiendas de cambio. Tras la expulsión de los judíos en 1492, la judería desapareció aunque muchos de ellos quedaron convertidos al cristianismo.
Finalizada la Edad Media y extinguida la judería, el barrio de Santa Eulalia acogió familias nobiliarias que erigieron entre los siglos XVII y XVIII palacios todavía identificables entre sus callejuelas como el Palacio de las Balsas. Como ocurría en otras partes de la ciudad, también experimento el crecimiento de los espacios conventuales como el de la Orden de los Trinitarios (desde 1592).
Avanzada la Edad Moderna la amenaza de la fuerza del río movió al Concejo en 1684 a estrangular el meandro del río para acabar con su amenaza.
Dado que la acequia de Condominas se servía de agua de la acequia mayor Alquibla, al pasar el heredamiento al otro lado del río hubo de construirse un sifón sobre éste (sobrevivió hasta mitad del siglo XIX junto al celebre Molino del Marques) para regar sus correspondientes tierras.
Hasta el siglo XIX pocos cambios sufrió el barrio. Fue entonces, tras la Guerra de la Independencia cuando las desamortizaciones alteraron su paisaje, el convento de los trinitarios pasó a ser el Museo de Bellas Artes a comienzos del siglo XX. Se fundó e instaló la Universidad de Murcia anexa a la Iglesia de La Merced. Se construyó la Plaza de Toros y el estadio de la Condomina dotando de mayor dinamismo la zona. En la actualidad, tabernas, bares y restaurantes pueblan sus calles y dotan de una singular personalidad bohemia al barrio.
BARRIO DE SAN JUAN
El real de San Juan era un huerto dependiente del alcázar Mayor de los reyes musulmanes de Murcia. Situado extramuros de la ciudad, teniendo acceso a través del Portillo de la fortaleza o de la Puerta del Toro.
En 1248 estas tierras fueron entregadas a los caballeros de la orden de San Juan. Aquel campamento cristiano organizado con calles rectilíneas y cruzadas en torno a una capilla central, sirvió a Jaime I El Conquistador de asentamiento tras la conquista de la ciudad.
Durante la Baja Edad Media y los siglos XVI y XVII, el barrio de San Juan estuvo poblado tan solo, por casas de mediano porte combinadas con algunos huertos, siendo una zona desprotegida de muros y castigada por las constantes avenidas del río.
La rectificación de los meandros de La Condomina que se iniciaron en el siglo XVI y finalizaron en el XVIII, acabaron por asentar definitivamente el Barrio de San Juan.
Fue a partir del siglo XVIII , cuando eliminados los meandros del río, y tras la desaparición de la muralla árabe, tuvo lugar el crecimiento del barrio que fue adquiriendo cierto auge entre la sociedad murciana. Así, en 1610 se construyó el teatro del Toro que tomó el nombre de la Puerta del Toro, siendo demolido en 1857. A finales de este siglo, José Moñino, conde de Floridablanca, mandó edificar su palacio, con una arquitectura neoclásica y de gran sencillez decorativa, hoy convertido en Hotel.
Durante el siglo XIX y primera mitad del XX el barrio conoció una etapa de esplendor por acoger a distinguidas familias murcianas entre sus calles.
En la actualidad, el Barrio de San Juan ha transformado en un barrio bohemio, donde sus estrechas calles y sus coquetas plazas, están repletas de tabernas, tradicionales y modernas, siendo su núcleo principal la Plaza de San Juan.