Cultivos de secano, infraestructuras hidráulicas, molinos de viento, almazaras, junto a su arquitectura tradicional, definieron su paisaje hasta principios del siglo XX. Los años 50 fueron de una economía floreciente para el pueblo, pero desde los años 60 el campo sufrió un proceso de emigración importante. La tendencia demográfica ya no se recuperaría, siendo actualmente su población de 400 habitantes.
Hoy La Pinilla, próxima a la sierra y a zonas reforestadas, forma parte de la Vía Verde del Campo de Cartagena. El monte de los Cabecicos constituye un espléndido mirador para divisar la comarca y el pueblo conserva parte de su imagen tradicional en sus antiguas construcciones. Pero la disminución de su población ha provocado una absoluta carencia de servicios y equipamientos que cubran las necesidades básicas de sus habitantes, ocasionando la desprotección de los sectores más vulnerables de la población.