Es en los grandes formatos donde el pintor se encuentra más cómodo y despliega todo su carácter. En esta ocasión una gran lona reciclada, un antiguo toldo curtido por los vientos y el sol del cabo, es el soporte sobre el que una gran mancha purpura se asienta y se diluye en una forma orgánica que encuentra sus límites en varias manchas negras. El resto del lienzo respira revelando su propia historia en la que se intercalan pequeños fragmentos de la misma tela y distintos materiales, definiendo el espacio y equilibrando la composición a través del collage, con un resultado magnífico, reflejo de su experiencia y maestría.
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En los medianos soportes la superficie se cubre casi en su totalidad (all over), predominando los elementos verticales en la composición, manchas negras sobre fondos de color, son el hilo conductor, sirviéndose en muchas de ellas de fragmentos de distintos materiales, telas, papeles, … para reestructurar la distribución los elementos. Piezas en las que encontraremos guiños y referencias a la Escuela de Nueva York, al Grupo El Paso, a Kurt Schwitters…
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La muestra se completa con pequeños formatos, obras que enmarcan la esencia de su pintura, gestos … divertimentos.