Ubicado en el barrio de San Nicolás, el Adarve de Cortés es uno de los pocos que se conservan de la antigua trama musulmana de la ciudad de Murcia. Un callejón sin salida, que atesora una gran historia y que hasta hace unos meses presentaba un aspecto degradado y residual, las fachadas de las edificaciones que lo conforman, saturadas de pintadas, no invitaban a recorrerlo. Hoy, tras la actuación realizada para ponerlo en valor y recuperar su historia, es uno de los rincones con más encanto de la ciudad.
Pasaba inadvertido el origen musulmán de este callejón que ya existía en Mursiya, la ciudad andalusí del siglo XII, y que ha llegado hasta nosotros como un fósil urbano. Su datación queda confirmada, al haber sido documentadas ocho viviendas islámicas en excavaciones arqueológicas realizadas en los años 90 en el solar contiguo, siendo estas construcciones las que conformaban uno de los lados del adarve.
Ante su estado de olvido y abandono se propuso realizar en el adarve una intervención, configurando un jardín vertical, para ponerlo en valor y recuperar su historia. La actuación fue realizada junto con la Concejalía de desarrollo sostenible y huerta. Ayuntamiento de Murcia y la Junta Municipal de Distrito Centro-Oeste. La plantación de las distintas especies florales se realizó en colaboración con los vecinos y niños del barrio.