«Recuperar la luz». Manuel Pérez
29 mayo – 24 julio 2020
Arquitectura de Barrio. C/Julián Calvo 6
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El próximo 29 de mayo Manuel Pérez inaugura en Arquitectura de Barrio «Recuperar la luz», una exposición de sus trabajos más recientes. Más de 20 obras de mediano y gran formato componen esta muestra con la que el artista pretende volver a iluminarnos mediante la luz y el color que se filtra de sus obras transmitiéndonos su alegría de vivir.
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Recuperar la Luz
Recuperar la luz
«Ha parado el viento y bajo los árboles hay esa luz sobrenatural que sigue a la lluvia». Así describía Marguerite Duras ese milagro que acontece cuando, recién huida la tormenta, la claridad y la calma vuelven a abrirse paso. Entonces la oscuridad es sustituida por la luz, como el miedo lo es por la esperanza.
Y es así como el arte vuelve hoy a iluminarnos tras la larga noche, después de la terrible tormenta. Es cierto que durante ella no dejamos ni un solo día de recorrer museos o de visitar galerías, pero lo hicimos siempre a través de la fría superficie de una pantalla. Ahora, por fin, podemos volver a gozar del arte sin filtros, a sentir su verdad matérica ante nuestros ojos.
La presente exposición de Manuel Pérez es una inmejorable manera de reencontrarnos con ese placer. Sus ventanas abiertas a la alegría son ahora más que nunca esa luz de la que hablaba Duras. Una luz que se filtra entre el arbolado de sus bosques, una luz que se refleja en sus flores y estanques, una luz que resplandece en los rostros gigantescos y cinematográficos de sus musas…
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Decía
Decía Hans Hofmann que en la naturaleza la luz crea el color, mientras que en la pintura es el color el que crea la luz. Por eso el pintor resulta ser la otra cara de esa moneda que es la creación: por un lado, la naturaleza, por el otro, el artista. Dos mitades tan complementarias como indisolubles. Y son pocos los pintores actuales que reflejan
esta condición con la autenticidad de Manuel Pérez.
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Curiosamente, la llegada de Hofmann a París coincidió con el advenimiento de la vanguardia más alegre y colorista: el fauvismo. Y como máxima expresión de ella, Matisse pintó una de las mejores obras del siglo XX: La alegría de vivir. Fue aquella una fascinante explosión de color, belleza y armonía, perfecta transcripción fauvista del paraíso. Y hoy, más de cien años después, ese mismo título valdría para cualquier obra o exposición de Manuel Pérez, un artista que cada vez se nos hace más imprescindible al tener ese don de arrojar luz a un mundo tan obstinado a veces en oscurecerse.
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Carlos Salas. Mayo 2020
